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Todos los caminos conducen a África

El escenario parece África. Estamos con una pareja de africanos que me están por ordenar de sacerdotiza. Pienso que alguna vez escribí en un viaje sobre el renacer espiritual. Era metafórico. Esta vez es literal. Sobre la mesa de madera hay un símbolo contstriudo con servilletas de papel.  Son dos círculos unidos, dos anillos formando un infinito (aunque se que ese no es el significado). Las servilletas son las de bar que no absorben, y se doblaron primero a la  mitad de forma triangular y luego sobre el lado mayor. Así se logró la tira mas larga posible de un cuadrado.  

Le pregunto a Lulu cuando la voy a volver a ver. Probablemente sus próximas vacaciones viaje a otro lado. 
-¿Que plan de viaje tenés para el próximo tiempo?
-Liberia.
-Averiguá bien la época por el Monzón. Antes de llegar a la India pasa por África. Si mi mano es la pancita de Africa, ¿dónde queda Liberia?
Lulu me muestra Etiopia.

Balika

Me despierta su voz.

-La idiosincracia argentina es muy compleja para abordarla en un solo semestre.

Abro los ojos y no se quién es. Sigue hablando con acento extranjero y lo escucho. No me habla a mí, es un discurso formal.  Se está justificando ante alguna instancia académica. Se acerca, me habla muy cerca, se aleja, me agarra una mano, se sienta al lado, Camina de un lado a otro: todo sin parar de hablar.

-Si bien mi comprensión del español  es amplia, creo que necesito de un tiempo más para agregarle naturalidad.

No lo conozco, pero no me sorprende este extraño. Asumo que es un amigo de lulu.

-Tan adentrado estoy que ya puedo interpretar capas de significación que inclusive un nativo desestima.  Es el caso de un hombre que conocí. Se llamaba Augusto. Como podia ir por la vida llamádose Augusto y no saber que cargaba ese nombre supremo.

Finalmente termina su discurso. Con absoluta naturalidad le pregunto:

-¿Con esto pretendés que te den más tiempo o simplemente justificar el tiempo que tuviste?

-Quiero entregar a término; solo contar como vengo.

-Entonces está bien. Es suficiente, no para que te den un año mas, pero si para demostrar lo que estuviste haciendo. Tu tutor te va a aprobar.

Finalmente entiendo todo. El hombre del discurso el Balika, un extranjero que estudia con lulú y se dedica a la litaratura gauchesca. No conoce a nadie aca, y lulu le paso mi telefono. Yo lo banco.

Cuando miro a mi alrededor está el cuarto repleto de gente: lulu y sus amigos. Están con vestidos blancos y mucho labial rojo. Uno agarra una revista Sur de mi escritorio y se la muestra a los demas y lo entiendo. Le digo a lulu al oído:

-¿El grupito de estudiantes de literatura latinoamericana de Harvard, vestido asi para ir a Villa Ocampo? Imprevisible che.

-Sí, ya sé. Eso que les hice sacar los anteojos…

Bike Surf

Es una celebracion especial. Caemos al lugar con Luli y la negra, pero yo soy la que tengo nervios de llegar; se ve que algo o alguien me esta esperando. Estoy en la galeria de un PH sentada charlando con gente. Alguien apunta un iphone al cielo y saca una foto: todos vemos la captura de la imagen en la pantalla y la iluminación azulada que genera.

Otro dice: Buenasnoites, como nombrando el cielo que tenemos frente a nosotros. O quizá una constelación.

Yo respondo: Si, Buenas Noites.

Alguien a mi lado se caga de risa. Al parecer hice un juego de palabras en portuñol y dada que parte de nuestra audiencia es brasilera, es el chiste indicado.

Salgo a tomar aire al frente de la casa. Se encuentra sobre una barranca que termina en una cerca de piedras. En frente está el mar y es el amanecer. Podria ser Mar del Plata, pero sé que es Quequén.

Me estiro,  arqueo la espalda, giro el cuello, me relajo. Luli y la negra se estan yendo y yo me quedo: mi noche no ha terminado. Cuando doblan en la esquina saludan a alguien que no llego a ver  y siguen de largo. Cuando se acercan veo que son Loques y Benja. Están yendo a surfear. Loques se acerca y me muestra su bici.

-Me convenciste de que me la compre.

-Esta buena?

-Y… es básica.

Es una bicicleta amarilla muy finita. De frente es casi invisible. Cuando la miro en detalle veo que en realidad es un arco de metal sobre el piso. La cadena se engancha en uno de los extremos y no es continua. No tiene pedales, y el asiento , muy pequeño, está suspendido sobre tanzas. Al mirar el piso noto que que hay una vela de windsurf. 

-No es tan básica che, podes hacer wind surf. (bike surf)

-Sí, vinimos a probarla. Trajimos el equipo de buceo.

Benja y Loques están vestidos de buzo ahora, tienen el tubo de oxigeno  y las patas de rana; yo pienso que no es muy recomendable mandarse de macho no más a bucear sin saber. Pueden explotarte los tímpanos.

-Por eso trajimos el snorkel.

Pienso en la conectividad y como un tubo pretende alargar un espacio respirable. Como una zapatilla de electricidad..

Tienen las patas de rana, el traje y algo en la boca. Cuando estan adentro del mar, veo a su alrededor volumentes coloridos de goma gigantes flotando: cilindros, conos, pelotas y un pato. Los cilindros gigantes son los tubos de snorkel. Y gracias a ellos van a poder conservar el oido.

Sucesión

Se murió una tía histórica y al parecer se cae el reino. Esta toda la familia (más de la que reconozco). Revisamos sus cosas y encontramos cartas para todos. Cada uno agarra una, la lee en voz alta y la recita cantanto. A mi me toca de papá. Es una postal en cuyo reverso se lee: Carlos es tan ídolo como el diez. Recito los versos cantando y luego doy vuelta para ver la foto. Cruzamos una mirada cómplice con el viejo y me dice: “en realidad ese no soy yo, pero no le digas a nadie” . La fotografia de la postal muestra al diego en el ’86, a punto de meter el gol histórico en el que se cruzó toda la cancha solo.  Sin embargo no es Maradona a quién se refiere el Viejo. En un Segundo plano, hay otro jugador con la foto Juan Hubert sobre cuya cara está escrito en birome azul: Carlos Hubert. El photoshop analógico me enternece, pero sobre toda me dispara cierta paranoia sobre la codificación de mensajes de consumo ocúltos en todas las cosas. Especialmente si son tan básicos.

Seguimos mirando cartas. Encuentro una para luli y una para mi y nos llaman la atención: no tenemos recuerdo de nuestra tia salvo de muy pendejas (al parecer crecimos 15 años en un dia, o pospusimos los ritos fúnebre 15 años) . Son cartas muy largas escritas por niñas con faltas de ortografia pero llena de palabras sofisticadas. Concluimos que nuestra tia nos dictó lo que queria decirnos en el futuro; inclusive está la descripción detallada de esta situación.

Estas cartas vinieron con dos paquetes . Estamos solas ahora, cada una en algún lugar distinto. Abro el paquete. Tiene tres cosas envueltas en papel film: un colchón de arvejas, algo que parece una rodaja de queso y un huevo hecho a la plancha . Pienso que el paquete de lulú es simétrico y a su vez el mismo: si yo como el colchon de avejas, luli no va a tener huevo a la plancha, y si como queso, le va a desaparecer desde el lado contrario. Sin embargo esta simetria o universo paralelo es mas autodestructivo y veloz: si Tango come el colchón de arvejas, a lulu le desaparece el huevo, que a su vez desaparece del plato de tango, haciendo desaparecer el colchón de arvejas del plato de lulu.

Pruebo la comida.

Aira beat

Estamos en el jardin trasero de una casa de verano. Hay mucha gente dando vueltas, al parecer es una asado devenido fiesta y nosotros estamos afuera tomando aire. Estamo Luchi, Lulú y yo. Estoy hablando con un chabón y la charla me resulta muy interesante.  Es medio rubio, tiene pelo largo y barba y tendrá unos 40 años. Sin embargo sé que es César Aira. La charla continúa muy plácidamente, con interrupciones de Lulú,  las cuáles no entiendo mucho. Sé que ella sabe que es Aira, y sé que le interesa lo que hablamos. Además Aira no es nuesto amigo que volveremos a ver cuando querramos, esta ahí por casualidad, porque caimos a una fiesta y salimos a fumar, y el estaba allí.

Aira se aleja a buscar una bebida y Lulú se acerca y me dice: «está re drogado. Que decepción.» Yo le pregunto las razones de su decepción y le recuerdo la repetida combinación artista-drogas. Yonqui.

«No puede ser que todos los grandes hayan creado drogados. No quiero saberlo. » Por un instante en este universo, las drogas son una instancia necesaria de la creación artística, y no le gusta.

Está realmente decepcionada. La creación producida desde el hedonismo le resulta superficial.  Yo pienso en la creación sensible, pienso en los sentidos, pienso en los estímulos. No estoy decepcionada.

Luchi no sabe de lo que hablamos. Nos pregunta quién era. Le mostramos la contratapa de un libro de Aira. Se da cuenta que la discusión tiene otra escala. Al parecer era absoluta.